viernes, 25 de junio de 2010

Tras los brotes verdes

En las últimas semanas el país al que debemos el origen de las Olimpiadas, Grecia, se ha erigido también, en el responsable de la primera gran crisis del Euro. La moneda única se ha visto azotada por la crisis, y en especial por la crisis financiera griega, a la que han acompañado las dudas sobre otros países de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, lo que ha supuesto la creación de un duro plan de reajuste que en nuestro caso hemos empezado a conocer.
En los últimos meses hemos asistido a lo que se suponía eran los incipientes síntomas de recuperación económica de nuestro país, los famosos brotes verdes. Tras meses con deflación, volvimos a situarnos en inflación de manera continuada, las ventas minoristas parecían comenzar a cambiar, siendo Marzo la primera tasa positiva desde el mes de Febrero de 2008 según el ICM (Índice de Comercio al por Menor), dato al que acompañaba un crecimiento del ICC (Índice de Confianza del Consumidor), nuestra economía volvía acrecer y salía de la recesión,…
Si los últimos meses parecían acumular datos para la recuperación de un cierto optimismo tras meses de descensos de ventas encadenados, el segundo semestre del año vuelve a no ser tan esperanzador, e instala nuevamente las dudas, más aún cuando las nuevas previsiones del Gobierno prevén gran desempleo y un menor crecimiento de aquí a 2013
De manera descarnada se vuelve a presentar ante nosotros la desconfianza, no sólo con datos elocuentes como la nueva caída del ICM en Abril, que sitúa su tasa en negativo (-1.1%) en los cuatro primeros meses de 2010, también con el Plan de ajuste diseñado por el Gobierno y aprobado con más pena que gloria en el Congreso de los Diputados.
Los datos más importantes del Plan de ajuste son que los 3 millones de funcionarios van a ver modificadas sus nóminas a la baja durante este año, y congeladas en 2011, es decir una reducción en torno a 4.000 millones de Euros que dejarán de “estar en circulación” para depositarse en las arcas del Estado, a ellos les acompañaran otros 1500 millones de ahorro en pensiones, otros 6.000 millones en inversión pública, otros 1500 millones del cheque-bebé, …
Estas son las medidas llamativas, pero a ellas le acompañarán otras que afectarán también a la economía real, y algunas menos espectaculares y sin espacio en los medios de comunicación, pero que afectarán de manera directa al desarrollo y fomento de la práctica deportiva. Un ejemplo de este tipo lo encontramos en una de las medidas anunciadas por el Ayuntamiento de Madrid que tras retrasar el lanzamiento del servicio de alquiler de bicis en la ciudad en 2009 denominado MyBici, ha anunciado su aplazamiento sine die, así como la cancelación de la construcción de la malla de carriles bici de 575 kilómetros prevista para 2016 entre otras medidas. Otro podemos encontrarlo en la Revista Deportistas, que en su informe anual acerca del dinero que los Ayuntamientos invierten en deporte, observa que el presupuesto se ha vuelto a reducir en 2010 ( sin valorar los recortes derivados de las nuevas medidas ya que es previo), en concreto en un 21,88%, superando ampliamente la reducción de 2009, lo que supone una reducción acumulada desde finales de 2008 del 33,9%.
Estos ejemplos muestran parte del recorte, pero podemos imaginar el calado que para polideportivos, fomento de la practica deportiva, construcción de instalaciones, deporte de base,… pueden tener los recortes anunciados en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, los cuales con certeza van a incidir de manera negativa en nuestro sector.
Los datos apuntan que los brotes verdes corren el riesgo de perecer helados ante la batería de medidas que caerá sobre ellos en los próximos meses.
Parece lógico pensar que retirar 20.000 millones de euros de la economía real, unido un incremento del tipo de IVA, así como a una previsión de sostenimiento de la tasa de paro cercana al 20% en los próximos años, y la incapacidad de la economía para crecer y generar empleo, no serán un buen alimento para el consumo en general, y si a esto sumamos los recortes en fomento de la practica deportiva y promoción en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, podemos mantener dudas acerca del consumo en nuestro sector, y pensar en la necesidad de impulsar la practica deportiva de nuestros clientes, así como del entorno de nuestros establecimientos, contando para ello, a poder ser, con la colaboración y fuerza de los fabricantes, quienes de una vez por todas deben intentar acciones conjuntas en este campo, y también en otros que afectan en la cadena de distribución.
En este apartado de “otros” incluyo la necesaria colaboración con el canal, compartiendo riesgos y evitando a este ser la cobaya, el banco de pruebas para desarrollar otros canales u otras tipologías de establecimiento.
Los fabricantes, en especial aquellos llamados a ser las “locomotoras” del sector han de ser coherentes y respetuosos con el mismo, y han de invertir y gestionar esfuerzos en él de una manera proporcional a los recursos que obtienen del mismo, y no sólo me refiero a ventas, posicionamiento o imagen, ya que incluyo las otros input positivos entre los que está su modelo de fabricación, por ejemplo.

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