viernes, 25 de junio de 2010

La factura del Banco

Uno abre el periódico, y de repente entre crisis, paro y agencias de rating, se topa con un buen titular, “Visa rebaja sus comisiones interbancarias”, pero al avanzar en la lectura de la misma, las esperanzas se desvanecen, ya que la noticia se circunscribe a los pagos transfronterizos que se realicen en Europa, pero no a los pagos nacionales, al menos no en nuestro país. Además esta rebaja de Visa, es producto del temor a una posible multa de la Comisión Europea, quien ha manifestado sus quejas acerca de las comisiones desproporcionadas y potencialmente contrarias a la libre competencia, y no a una propuesta por la competitividad.

Por tanto, el movimiento de Visa supone una salida adelante para evitarse problemas, aunque eso suponga reducir su margen de beneficio, pues su propuesta muestra su disposición a fijar en un 0,20% el tipo promedio máximo en estas operaciones, lo que supone una rebaja del 60% en las operaciones domésticas y del 30% en las transfronterizas.

Sin embargo, la propuesta no vincula a todos los países en sus pagos nacionales o domésticos europeos, sólo Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Italia, Malta, Suecia, Luxemburgo y Holanda reducirán sus tasas interbancarias nacionales mientras que en el resto de países continuarán los bancos locales fijando esta tasa para los pagos domésticos, lo que puedo suponer la paradoja de que sea más cara la Comisión que se cobra por un pago nacional que por un pago transnacional, circunstancia que ya se ha producido con anterioridad.

En mi opinión, debe ser muy difícil explicar porque un pago nacional puede ser más caro que uno transfronterizo, aunque en España la banca parece tener facilidad para explicar estas y otras cuestiones, y recibir la compresión del Gobierno de turno, ya sea permitiendo un coste mayor para los españoles o para recibir la financiación o apoyo económico que ellos niegan al empresariado español.

Mientras tanto, en España a pesar de ser el país con más tarjetas per capita de Europa según los datos del Libro Azúl de los Medios de Pago del Banco Central Europeo, nos quedamos fuera de la decisión de Visa Europa en los pagos domésticos, ya que la tasa de estos, es fijado por los bancos locales y no por esta compañía, y los bancos españoles no han manifestado su voluntad de aplicar esta medida, contribuyendo así a rebajar la presión inflacionista que supone esta tasa y beneficiando la reactivación de la Economía.

La posición de los bancos españoles, tampoco ha de sorprender a nadie, una vez que hemos visto su actitud en los dos últimos años con respecto a la sociedad.

Los medios de pago (tarjetas) suponen una de las partes más importantes de la estructura de ingresos de servicios de las entidades financieras, si no es la mayor para los bancos y cajas españoles, tanto por el alto número de las mismas que han puesto en circulación (más de 70 millones de tarjetas con su correspondiente cuota anual), las comisiones que cobran por las mismas (en 2009 elevaron las comisiones que cobran cada año a sus clientes por tener tarjetas de débito un 7,9% de media y un 6,5 por ciento de media en su modalidad de crédito, según datos del Banco de España), los costes por retirada de efectivo en cajeros ( España es el país europeo con la red de cajeros más densa) y la tasa que pagan los comercios (España también es el país con la red de TPV más densa de Europa, con un número en torno a 1,5 millones). Con todos estos datos parece extraño, que no sea España el país con menores costes para los usuarios de las tarjetas, ya sean consumidores o comercios, aplicando las “cacareadas” economías de escala.
Tasas de intercambio máximas en España

Tasas de intercambio máximas en España

TRAMOS 2009-2010 2009-2010
Euros (€) Crédito (%) Débito (€)
0- 100 mill. 0,79 0,35
100 - 500 mill. 0,53 0,21
> 500 mill. 0,45 0,18

En nuestro país auspiciado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio contamos con un Acuerdo para fijar las cuantías máximas de las tasas interbancarias, el cual también fue fruto del temor de las entidades bancarias a una multa por razones de competencia, que de este modo alcanzaron la seguridad jurídica para seguir desarrollando su negocio.

Según el mismo, las tasas máximas para el 95% de las empresas (aquellas que facturan por este medio de pago entre 0 y 100 millones de Euros) son del 0’79% en el caso de las tarjetas de crédito y de 0,35 €. Esta es la tasa interbancaria, que no la tasa de descuento que paga el comercio que será mayor para asegurar el beneficio de la entidad. Cómo se puede observar nuestro Acuerdo español está lejos, muy lejos de la propuesta de Visa Europa.

Sinceramente, creo que ha llegado el momento de que las Administraciones, ya sean europeas o nacionales, dejen de hacer genuflexiones ante la banca, y les obligue a limitar su voracidad. No podemos asumir que en el momento actual en que las innovaciones tecnológicas, y la automatización de procesos permiten abaratar los costes, las operaciones bancarias continúen cobrando unos “royalties” a la sociedad del tiempo del siglo XX. Igualmente, la banca debe asumir que las tarjetas de débito, es en la sociedad actual similar al papel moneda, por lo que deberían rebajar el coste de las comisiones y tasas para comerciantes por este motivo, y pensar en un coste cero, independientemente de que estos decidan no aplicar recargos a los clientes que opten por pagar con tarjetas, a pesar de que la aprobación reciente de la nueva normativa de medios de pagos abra esa posibilidad.

Para finalizar, no debemos olvidar otra cuestión que sufriremos con la subida del IVA, y es que nuestra factura del banco aumentará, ya que si aplicamos la subida del IVA el Banco se llevara su parte de esa subida estatal, lo que supone otra de las incongruencias del sistema, ¿Cómo se puede cobrar un porcentaje de la cantidad que el comerciante recauda para el Estado?.

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